martes, 20 de diciembre de 2016

19 Y 20 DE DICIEMBRE DEL 2001 - A 15 años del “QUE SE VAYAN TODOS”
 
Este 20 de diciembre se cumplen 15 años de la rebelión popular que al grito de “Que se vayan todos” se volcó a las calles de muchas ciudades a lo largo del país y logró echar al gobierno de la Alianza encabezado por Fernando de La Rua, quien se escapó como una rata en un helicóptero que lo esperaba en el techo de esa cueva llamada “Casa Rosada”. El Estado dejaba como saldo 39 asesinatos, producto de haber decretado el estado de sitio, dando rienda libre y total impunidad a sus estamentos represivos, que con la excusa de asegurar una “paz social”, descargaron toda su furia, ante la avanzada del pueblo que se negaba a abandonar las calles.
El desgaste económico que atravesaba la Argentina a mediados de 2001 ya era insostenible. El gobierno menemista, antecesor a De La Rua, había vaciado el país y profundizó la brecha entre ricos y pobres. En los años del menemismo, se produjeron importantes movilizaciones como la carpa blanca de los trabajadores de la educación, y las que llevaron adelante los Movimientos de Trabajadores Desocupados y las organizaciones piqueteras, que opusieron una total resistencia ante la profundización de la crisis económica que dejaba el neoliberalismo. Todo esto fue un anticipo de lo que se avecinaba para finales del 2001. El gobierno de la Alianza no hizo más que sostener un discurso tibio y vacío desde que asumió. Eso sí, no titubeo a la hora de ordenar la represión abierta a las movilizaciones que se realizaban por esos días.
A los reclamos por pan y trabajo de los sectores populares caídos en la indigencia, se sumó el ruido de las cacerolas de los niveles medios que por el “corralito” de Cavallo no podían retirar sus ahorros de los bancos. Esto fue a raíz de la implementación de la “Ley de Convertibilidad”. Esta medida intentaba sostener una realidad ficticia y proteger las ganancias de los grandes capitalistas y de la burguesía.
Con los dirigentes político-partidarios sin ningún tipo de validación social, y escondidos en sus madrigueras, negociando su futuro para protegerse como casta, se empezaron a gestar asambleas abiertas en cada esquina de cada barrio. Esta mecánica de las asambleas entre iguales, que ponemos en práctica en nuestra organización, les permitió darse las herramientas y las formas organizativas para movilizarse y llevar la acción directa a las calles. El pueblo estaba harto de la representación de personajes nefastos que no hacían más que burlarse y llenarlos de mentiras y falsas promesas.
En muchos barrios marginados, decidieron reclamarle a las grandes empresas y al estado alimentos para su familia. Ante la negativa, se organizaron y la solución inmediata fue el saqueo a supermercados, ante el avance de la miseria a la que fueron sometidos.
El desconcierto y las penurias seguían en aumento, y entre los reclamos de pobres y la “clase media” confluyó un lema: “piquete y cacerola, la lucha es una sola”, demostrando que no había un programa claro de reivindicaciones comunes más que el descontento que producía el gobierno.
Ante el cierre de muchas fábricas que dejaban a miles de laburantes en las calles y el posible vaciamiento de las mismas, se empezó a implementar la toma de fábricas como medida para preservar el laburo “bajo gestión obrera”. Ejemplo de estas luchas son las empresas Brukman, Fa.Sin.Pat (ex Zanon), el IMPA o el BAUEN. Si bien esas medidas representaron un avance para los trabajadores, no alcanzaron porque en el juego de la oferta y la demanda que se impone en el mercado del capital, estas empresas deberán competir de manera desigual con aquellas grandes empresas que no sólo detentan la propiedad de los medios de producción, sino también de la publicidad, los grandes capitales concentrados y como corolario, con el aval del estado que les asegura continuidad en el mercado más allá de “las quiebras” – que no son más ni menos que vaciamientos -, bajo otra razón social. Entendemos a la autogestión como uno de los caminos a seguir para que la economía sea del pueblo, pero solo será posible si nos organizamos para producir entre todos el gran cambio social.
Las jornadas del 19 y 20 de diciembre son un ejemplo claro de que cuando el pueblo se organiza, expresa su rabia y comienza a cuestionar la función y el atropello de los de arriba, puede derrocar a un gobierno.
Para salvarse, las instituciones de la burguesía propusieron la trampa de los 5 presidentes a lo largo de una semana, ante la continuidad de las manifestaciones. Y llegó Duhalde como presidente interino hasta las próximas elecciones, resultando más de lo mismo. El estado represor se hizo presente una vez más en la masacre del Puente Pueyrredón donde asesinaron a los piqueteros Maxi Kosteki y Darío Santillán en una jornada de lucha del movimiento piquetero.
Si bien la lucha del pueblo dejó un halo hacia una posibilidad de cambio, esas grandes movilizaciones expresadas en los últimos días de 2001 fueron capitalizadas los siguientes años por el gobierno kirchnerista, que en su avidez por reconstruir las instituciones capitalistas, logró cooptar a gran parte de los movilizados con la receta clásica de la política peronista de “conciliación y paz” entre explotados y explotadores.
Hoy podemos ver con claridad que aquel reclamo de “Que se vayan todos”, al no ser acompañado por una propuesta revolucionaria que rompa con el estado y el capital, quedó en una gran ilusión que baja a la realidad cuando vemos la pasividad de gran parte de la sociedad ante un avance de los empresarios gracias al gobierno de Macri, que sigue la construcción de ese capitalismo serio que tiene como objetivo mantenernos pobres y quietos.
Sabiendo que en el capitalismo no hay reconciliación posible con quienes nos explotan y que las instituciones del estado sirven para frenar la lucha de los de abajo, es tarea de quienes nos organizamos de manera horizontal, generar asambleas en los lugares de trabajo y barrios, para preparar al pueblo trabajador, volverlo fuerte e independiente para que podamos administrar nosotros mismos nuestra vida y no necesitemos más del estado y el capital.
¡QUE SE VAYAN TODOS, QUE NO QUEDE NI UNO SOLO!
 
Sociedad de Resistencia Oficios Varios Lomas de Zamora
 

martes, 13 de diciembre de 2016


Generando asambleas en nuestros lugares de trabajo, en nuestros barrios, vamos construyendo la unidad de los de abajo en Lomas de Zamora, para ¡ECHARLOS A TODOS!
Varias organizaciones sociales, gremiales y políticas, estamos impulsando este jueves 15 de Diciembre una jornada de Lucha, a las 18hs concentración en Laprida y España (la esquina de los Bancos)
¡Con participación directa se puede!